La construcción del presidio de Ushuaia se inicia bajo la dirección del ingeniero Catello Muratgia. En esta época, se inaugura el primer xylocarril, con vías de madera y una locomotora a vapor que transportaba coches planos empujados por bueyes, caballos y, en ocasiones, incluso por los propios presos.

El xylocarril es sustituido por un «decauville», un ferrocarril de vías estrechas de metal, convirtiéndose en el medio de transporte más importante de la ciudad de Ushuaia. En este período, el tren cuenta con 2 locomotoras para transportar a los presos diariamente, mientras recogen el material recolectado durante su jornada laboral.

Bajo el mandato presidencial de Juan Domingo Perón y la dirección de Roberto Pettinato Padre, el Director Nacional de Institutos Penales, se solicita el cierre de la cárcel por razones humanitarias. El tren continúa funcionando para la producción de los aserraderos locales durante los años siguientes.

Un fuerte terremoto en Ushuaia causa un derrumbe que daña las vías del tren, llevando a su abandono durante varias décadas hasta la década de los 90.

En esta época, se inicia la recreación del tren, que estaba abandonado desde el terremoto.

La empresa Tranex Turismo S.A. decide revivir esta leyenda y funda el famoso «Tren del Fin del Mundo» como se le conoce en la actualidad. El tren comienza a operar el 11 de octubre de ese mismo año, con fines turísticos y dos clases de servicio: turista y Primera Clase, con servicio a bordo. Se incorporan réplicas de las antiguas locomotoras a vapor, y los coches de pasajeros se equipan con calefacción y un moderno sistema de audio para brindar una experiencia histórica durante el recorrido.

El recorrido del Tren del Fin del Mundo inicia en la «Estación del Fin del Mundo», ubicada a solo 8 km de la ciudad de Ushuaia, rescatando los últimos 7 kilómetros del recorrido original. La ruta incluye una parada intermedia en la «Estación La Macarena», donde los pasajeros pueden disfrutar de una vista panorámica impresionante. El tren luego ingresa al Parque Nacional Tierra del Fuego, permitiendo a los visitantes continuar explorando el parque a pie o abordar otro medio de transporte para apreciar los paisajes y encantos de la región.

Hoy en día, el Tren del Fin del Mundo es un viaje imperdible para los turistas que desean conocer la fascinante historia y belleza natural de Tierra del Fuego, reviviendo la legendaria ruta que una vez transportó a los prisioneros a través de estos hermosos paisajes australes.